Robert Pattinson, el vampiro Edward Cullen de la saga 'Crepúsculo', sigue mostrándose atormentado en 'Recuérdame', un drama donde el dolor y el amor son los protagonistas. El actor, nacido en Londres hace 25 años, se ha convertido en el joven más deseado del planeta.
- ¿Es su papel en 'Recuérdame' más cercano a su personalidad?
- No. Creo que es imposible representarse a sí mismo siendo consciente de ello. Trato de elegir personajes que no se me parecen. Si son desconocidos son más fáciles de interpretar porque puedo entrar en ellos sin sentirme vulnerable.
- ¿Le gustan los personajes torturados?
- Son los que me ofrecen. Inconscientemente trato de ser como mis personajes porque vivo mis fantasías a través de ellos. Me encantaría ser un joven confundido que pelea constantemente por sus ideales, pero yo no soy así.
- En 'Recuérdame' todo el mundo le pega...
- Prefiero que me peguen a pegar yo, me parece más interesante.
- Es su primera película después de 'Luna nueva'. ¿Un alivio?
- Sí. Quería hacer una película independiente de bajo presupuesto, tenía poco tiempo entre la segunda y la tercera entrega de 'Crepúsculo'. Busqué una historia pegada a la realidad porque estoy un poquito harto de tanta fantasía. Necesitaba ser un adolescente normal, con los problemas que tiene todo el mundo.
- ¿Siente la presión de la fama?
- Y la de la industria. Ahora mismo todas las miradas parece que están puestas en mí. Unos esperando que me estrelle y otros convencidos de que voy a triunfar. En cualquier caso, las expectativas de los demás no me importan. Soy el único que tiene que preocuparse de su carrera.
- La tercera parte de 'Crepúsculo' se estrena en junio.
- Lo sé. Me da un poco de rabia porque el público se va a olvidar de mi interpretación en 'Recuérdame' y se van a quedar con lo de siempre. Pensé que 'Eclipse' se iba a estrenar tres meses después, pero no ha sido así. Sólo espero que la expectación no haga sombra a la película, porque la tercera entrega no es épica, no va a barrer a las anteriores en cuanto a proporción o historia.
Hacer dinero
- Mattel ha hecho muñecos con su imagen, se publican biografías no autorizadas y los fotógrafos le persiguen allá donde va. ¿Se siente una marca andante?
- Sí. La fama puede llegar a ser un monstruo que consume tu vida. Lo único que me incomoda es toda esa gente que se cree que te conoce y trata de identificarte con una imagen determinada. Como actor no me da miedo que Hollywood me considere el adolescente torturado. Ya me encargaré yo con mi trabajo de cambiar esa idea. En esta industria de lo que se trata es de hacer dinero; mientras funcionen tus películas les da igual que un mes seas un superhéroe, el siguiente un vampiro, y al otro hagas una comedia romántica.
- ¿Es difícil encontrar reposo?
- Muy difícil. Pero no me queda más remedio que encontrar mis momentos de calma, porque de otro modo me volvería loco. Es bastante molesto que te persigan por la calle, que te griten cuando vas tranquilamente al supermercado o a tomarte una cerveza al pub de la esquina. Aprecio a mis fans, sé que sin ellos no estaría en esta situación. Lo más complicado es vivir con cien fotógrafos en la puerta de mi casa, porque no descansan nunca. Vivo escondiéndome de ellos.
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