La filmación arrancaba en en marzo de 2009 en Vancouver y terminó en Montepulciano, una antigua ciudad amurallada de Italia. Las dos ciudades ofrecieron un fuerte contraste, las oscuras noches y los misteriosos bosques de un verde intenso de la Columbia Británica y los tonos naturales bruñidos de la Toscana influyeron a partes iguales en el aspecto visual de la película. "La luz del noroeste del Pacífico ofrece mucha difusión y frialdad", opina Chris Weitz. "Dentro de eso, hay gran cantidad de colores preciosos, y nuestra intención era aprovechar la mayor parte de ellos. Las sombras también son importantes, el bosque de noche, la negrura de la depresión.
"La luz es muy distinta en la Toscana", observa Weitz. "Tiene tonos mucho más cálidos y es mucho más resplandeciente, los colores del vestuario resaltan. La arquitectura es también distinta. Montepulciano es conocida por su arquitectura renacentista, con restos de arquitectura medieval, además". "Me encantan las películas épicas clásicas en formato panorámico como Doctor Zhivago y Barry Lyndon", explica Weitz. "También estaba pensando en la clase de cuadros que tendrían sentido en este mundo. Para mí, era la pintura narrativa y las obras prerrafaelistas. Comparten un fuerte énfasis en la historia, en el sentimiento, en el amor y la pérdida, el desengaño y la añoranza. Esa era la pintura que acompañaba a Tennyson y toda esa época de sentimentalismo. También revivieron una paleta de color de tonos de piedras preciosas y un tratamiento del color que me parecía que tenía sentido, que iba a ser distinto del de la primera película, pero se mantendría fiel al espíritu del segundo libro", prosigue Weitz.
En el libro de Meyer, los Vulturis residen en la antigua ciudad italiana de Volterra, una localización real de la Toscana. "La elección de Montepulciano para hacer de nuestra Volterra se estudió mucho", comenta David Brisbin, responsable del diseño de producción. "Chris quería que la antigüedad arquitectónica nos guiara para crear el mundo de Volterra. Montepulciano es de hecho una ciudad medieval, y la piazza y el ayuntamiento le ofrecieron allí un acceso que le permitía realizar una toma simétrica. Y esa fue precisamente la principal razón por la que acabamos en Montepulciano". La diseñadora de vestuario Tish Monaghan debía encargarse de complementar los decorados con un guardarropa refinado y trabajado para los Vulturis, cuya imagen abarcaba literalmente siglos. "El punto clave que Chris quería transmitir era que los Vulturis eran muy elegantes", comenta Monaghan. "Estudiamos el siglo XVIII y elegimos un estilo que surgió en torno a 1790, con una imagen larga y delgada. Mientras el exótico culto de los Vulturis se recreaba mediante un proceso artesanal propio del viejo mundo, sus némesis, los hombres lobo de la antigua tribu quileute, se representan en pantalla mediante tecnología punta del siglo XXI. "Una de las incorporaciones más importantes al mundo de Luna Nueva son los personajes generados por ordenador", asegura el productor Wyck Godfrey. La infografía era la única manera de conseguir esos lobos del tamaño de caballos que Stephenie describía en sus libros". Weitz trajo a la supervisora de efectos especiales Susan MacLeod, con la que ya había trabajado en "La brújula dorada". "Tuvimos una relación excelente", explica. "Cuando me preguntó si me interesaba el proyecto, le dije que contara conmigo desde el primer momento. Los lobos son seguramente lo más sexy del guión". "Todo el que leyó el libro y se puso de parte de Jacob está deseando ver cómo lo hemos hecho", prosigue MacLeod. "No es animación, parecen lobos de verdad. Empezamos por escanear digitalmente a los actores para tenerlos en el ordenador antes de que empezara el rodaje, para que pudiéramos transformarlos en lobos a medio rodaje". Pero eso no fue más que el principio para el equipo de efectos especiales. "Creamos los lobos de dentro afuera en el ordenador", explica MacLeod. "Así que empezamos con un sistema esquelético, con articulaciones que se puedan animar. Encima de eso, pones músculos que se puedan flexionar. Y luego una capa de piel y pelaje. Queríamos que se parecieran y se comportaran como lobos de verdad, sin ningún tipo de cualidad antropomórfica. Esa atención al detalle y fidelidad a la letra y al espíritu de la serie "Crepúsculo" de Stephenie Meyer dio forma a todo el proceso de producción, según explica Weitz. "Si te encantaron los personajes y el romance de "Crepúsculo", si te encanta lo sobrenatural, "Luna Nueva" tiene todo eso y más. Desarrolla ese mundo para incluir una mitología más amplia que acabará sirviendo de puente entre "Crepúsculo" y el tercer capítulo, "Eclipse".
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