Los Death Cab For Cutie no eran precisamente fanáticos de Crepúsculo. "No estábamos para nada enterados del fenómeno", dice el guitarrista Chris Walla. "Recuerdo a mis primos menores hablando sobre el tema la Navidad pasada, y yo decía: «¿Vampiros? ¿De qué están hablando?»."
Un año después, el mundo de la música está prestando más atención. Además de haber recaudado más de 200 millones de dólares y convertido a un grupo de desconocidos en galanes de matiné, el primer film de la serie de vampiros enamorados escrita por Stephenie Meyer generó una exitosísima banda de sonido que vendió más de 2,2 millones de copias.
No sorprende, entonces, que para la secuela, llamada Luna nueva, la supervisora musical Alexandra Patsavas haya recibido "cientos y cientos de canciones" de bandas luchando por aparecer en la película. "Recibimos ataúdes, fotos de Drácula, cosas muy locas", dice Patsavas. "Nadie se apareció por acá caracterizado, pero no me hubiera sorprendido si pasaba."
Mientras que la banda de sonido de Crepúsculo tenía grupos bien rockeros como Linkin Park y Paramore, el nuevo disco está orientado más a lo sensible. "El segundo libro es bastante oscuro y lúgubre", dice Chris Weitz, el director de Luna nueva. "Queríamos bandas que no fueran demasiado pop, que no tuvieran miedo a ponerse sombrías." Además incluye canciones nuevas de pesos pesados como The Killers y Thom Yorke, cuya "Hearing Damage" suena en el momento musical favorito de Weitz: una pelea final entre vampiros y hombres lobo que es puro frenesí, con apariciones de favoritos del indie como Bon Iver y Grizzly Bear.
Weitz dice que de todas las bandas que quería en la película, sólo dos -Kings of Leon y Arcade Fire- dijeron que no. Para los artistas más chicos, ser incluidos es como un regalo del cielo. "En estos días, hay pocas maneras de mostrar una banda nueva", dice Livia Tortella, gerente general de Atlantic Records, el sello que edita el soundtrack. "Para una artista como Lykke Li, poner una canción en Luna nueva es algo enorme." Matt Bellamy, el líder de Muse -banda que aparece en ambas películas de la saga-, piensa lo mismo. "La película nos abrió a un público más joven", dice.
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